
Las “dietas milagro” utilizadas
para adelgazar de forma acelerada no cumplen con los requerimientos
nutricionales diarios y suelen eliminar por completo grupos de alimentos
necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Además llevan consigo
efectos secundarios como el “efecto rebote” o “efecto yo-yo” (ganancia de peso
adicional al terminar la “dieta” y volver a los malos hábitos anteriores). Si a
esto se le suma la costumbre de realizar este tipo de regímenes adelgazantes,
será cada vez más difícil que el organismo responda favorablemente a la pérdida
de peso a lo largo del tiempo.
La clave está en prevenir y no en
curar, sólo de esta manera se podrán evitar estas prácticas poco saludables. Se
trata de mantener unos buenos hábitos de vida que incluyan alimentación
equilibrada y ejercicio físico durante todo el año.
Una dieta equilibrada se basa en
la ingesta variada de alimentos según la pirámide de la alimentación saludable:
·
De 4 a 8 raciones diarias de agua
·
De 4 a 6 raciones diarias de féculas (harinas,
pan, papas, batatas, pasta, arroz y otros cereales incluidos los de desayuno)
·
5 raciones diarias de fruta y verdura
·
De 3 a 6
raciones diarias de aceite de oliva
·
De 2 a 4
raciones diarias de lácteos desnatados o bajos en grasa (leche,
yogur, queso fresco, cuajada)
·
De 3 a 7 raciones semanales de frutos secos (almendras, avellanas,
nueces)
·
De 2 a 4 raciones semanales de legumbres (lentejas, garbanzos, judías)
·
De 3 a 4 raciones semanales de huevos
·
De 3 a 4 raciones semanales de carnes magras
·
De 3 a 4 raciones semanales de pescados y marisco
Además se
deben evitar:
- El azúcar y alimentos que lo
contengan
- Las grasas poco saludables
como nata, manteca, mantequilla, margarina
- Los dulces, bollería (sobre
todo la industrial), caramelos y chuches, pasteles
- Las bebidas refrescantes y/o
azucaradas
- Las carnes grasas, embutidos
- Los fritos y rebozados
Es
importante recordar que se deben realizar entre 4 y 5 comidas al día no dejando
pasar más de tres horas entre ellas. También hay que intentar no abusar de la
sal y emplear métodos de cocción suaves como el vapor, la plancha y el horno
para evitar excesos calóricos. Se debe controlar la ingesta de estimulantes
(café, té) y tóxicos (alcohol y se recomienda evitar el consumo de tabaco.
Si se
llevan a cabo todas estas recomendaciones no cabe duda de que el ansiado verano
será una oportunidad para disfrutar del periodo estival sin tener que pensar en
dietas restrictivas ni sufrir por temor a enseñar el cuerpo.
NIRA
SUÁREZ HERNÁNDEZ
Dietista-Nutricionista
ICA00015
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