¿Qué
pedir? Pues es muy sencillo, todo dependerá de la hora en la que usted hace la
visita y del hambre que tenga, pero podemos sugerirle en función de la hora lo
siguiente; Si es por la mañana y usted
aún no ha desayunado, está claro, un café con leche, un Barraquito o Zaperoco y
para comer una pulguita de pollo, de jamón, de queso... Si por el contrario ya ha pasado la hora del
desayuno, usted ya tiene un poco de hambre pero aún es pronto para almorzar, la
cita obligada es con su famosa ensaladilla y una cerveza Dorada.
Tantas
bellezas ofrece La Laguna, que es muy posible que usted, absorto, haya dejado
pasar el tiempo admirando tantos encantos arquitectónicos y patrimoniales como
le regala la ciudad, es por esa razón, que el apetito aflora y llega la hora de
comer en el bar del que hoy le estamos hablando, El Venezia. A esta hora se
hace necesaria la ingesta de algún alimento algo más contundente, pero por
supuesto igual de exquisito que todo lo anteriormente citado. En este momento
del día la recomendación la tenemos muy clara; Jamón, tortilla, unos churritos
de pescado y por supuesto y sin ninguna excusa (si es necesario se suprime algo
de lo anterior) una ración de croquetas variadas. Esto hay que acompañarlo con
un vino de Tenerife, tinto o blanco, tienen para todos los gustos, incluso de
otras partes del país, pero desde luego sería un delito que estando usted
disfrutando de un marco histórico como en el que se encuentra, no acompañara su
comida, de
un magnífico caldo de esta tierra.
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