“OPERACIÓN BIKINI” por la asociación de dietistas y nutricionistas de Canarias


Cuando se acercan los meses de verano y llega la hora de destapar el cuerpo a causa del calor, se ponen de manifiesto los excesos alimenticios cometidos durante el invierno, que se traducen en un físico no deseado. Es aquí cuando entra la puesta en marcha de la llamada “operación bikini”. Con esta práctica se pretende bajar en muy poco tiempo todo el peso ganado durante la temporada invernal, pero la realidad es que no existe dieta alguna que permita alcanzar este objetivo sin poner en peligro la salud. La pérdida de peso saludable no se consigue de un día para otro, se necesita tiempo, constancia y el cambio en los hábitos alimentarios y de estilo de vida.


Las “dietas milagro” utilizadas para adelgazar de forma acelerada no cumplen con los requerimientos nutricionales diarios y suelen eliminar por completo grupos de alimentos necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Además llevan consigo efectos secundarios como el “efecto rebote” o “efecto yo-yo” (ganancia de peso adicional al terminar la “dieta” y volver a los malos hábitos anteriores). Si a esto se le suma la costumbre de realizar este tipo de regímenes adelgazantes, será cada vez más difícil que el organismo responda favorablemente a la pérdida de peso a lo largo del tiempo.
La clave está en prevenir y no en curar, sólo de esta manera se podrán evitar estas prácticas poco saludables. Se trata de mantener unos buenos hábitos de vida que incluyan alimentación equilibrada y ejercicio físico durante todo el año.
Una dieta equilibrada se basa en la ingesta variada de alimentos según la pirámide de la alimentación saludable:

·         De 4 a 8 raciones diarias de agua
·         De 4 a 6 raciones diarias de féculas (harinas, pan, papas, batatas, pasta, arroz y otros cereales incluidos los de desayuno)
·         5 raciones diarias de fruta y verdura
·         De 3 a 6 raciones diarias de aceite de oliva
·         De 2 a 4 raciones diarias de lácteos desnatados o bajos en grasa (leche, yogur, queso fresco, cuajada)
·         De 3 a 7 raciones semanales de frutos secos (almendras, avellanas, nueces)
·         De 2 a 4 raciones semanales de legumbres (lentejas, garbanzos, judías)
·         De 3 a 4 raciones semanales de huevos
·         De 3 a 4 raciones semanales de carnes magras
·         De 3 a 4 raciones semanales de pescados y marisco

Además se deben evitar:

  • El azúcar y alimentos que lo contengan
  • Las grasas poco saludables como nata, manteca, mantequilla, margarina
  • Los dulces, bollería (sobre todo la industrial), caramelos y chuches, pasteles
  • Las bebidas refrescantes y/o azucaradas
  • Las carnes grasas, embutidos
  • Los fritos y rebozados

 
Es importante recordar que se deben realizar entre 4 y 5 comidas al día no dejando pasar más de tres horas entre ellas. También hay que intentar no abusar de la sal y emplear métodos de cocción suaves como el vapor, la plancha y el horno para evitar excesos calóricos. Se debe controlar la ingesta de estimulantes (café, té) y tóxicos (alcohol y se recomienda evitar el consumo de tabaco.   

Una buena dieta o plan de alimentación equilibrado siempre debe ir acompañado de ejercicio físico, por lo que la práctica diaria de deporte no puede faltar cuando hablamos de hábitos saludables. Estos se deben de mantener a lo largo del año, a lo largo de nuestra vida.
Si se llevan a cabo todas estas recomendaciones no cabe duda de que el ansiado verano será una oportunidad para disfrutar del periodo estival sin tener que pensar en dietas restrictivas ni sufrir por temor a enseñar el cuerpo.

Esta sección esta realizada por la asociación de dietistas y nutricionistas de Canarias. 

   NIRA SUÁREZ HERNÁNDEZ

Dietista-Nutricionista ICA00015

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